Charla realizada desde la Asociación de vecinos Perpetuo socorro en Huesca organizada por CNT y Radio Espiritrompa el 04 de marzo de 2022.
La candidatura de los juegos olímpicos de invierno es un proyecto que no responde a las
necesidades del pirineo. Otra vez nos venden como una gran oportunidad, lo que no es más que
gasto público para beneficio privado.
Con la excusa de los juegos olímpicos, el gobierno de Aragón ya está destinando más del 85% de
los fondos Covid de recuperación europeos (fondos Next Generation) a megaproyectos del turismo
de nieve (Castanesa y Canal Roya), profundizando la dependencia de las poblaciones pirenaicas al
turismo blanco y condenándolas para el futuro mientras se sigue destrozando el Pirineo.
La subida de las temperaturas y la reducción de la cubierta de nieve harán inviables a medio plazo
las estaciones de esquí. Es absurdo y una grave irresponsabilidad seguir invirtiendo en este negocio
mientras nos adentramos en un contexto de emergencia climática. Esta apuesta en los JJOO de
invierno solo se entiende desde intereses especulativos. Es básico cambiar el modelo hacia una
gestión sostenible del territorio. Todo lo contrario a lo que pretenden los JJOO.
El Pirineo sufre las consecuencias de un modelo de desarrollo caduco que la candidatura de los
juegos olímpicos pretende rescatar y eternizar. El turismo es un sector con una elevada precariedad
laboral, temporalidad y salarios bajos. El coste de la vida se encarece, algo que agrava el éxodo rural
y el envejecimiento de la población. Urge una apuesta clara por diversificar la economía. Se necesitan
inversiones en mejorar el transporte público, los servicios sanitarios y la oferta educativa. No se
pueden seguir invirtiendo millones en un modelo que crea puestos de trabajo precarios y estacionales,
profundiza los problemas medioambientales y especula con el territorio.
Los gastos y el impacto negativo en el entorno han llevado a poblaciones con tradición en los juegos
olímpicos de invierno a decir no a nuevas candidaturas. Organicémonos para decir lo mismo. Es
preciso y urgente movilizarse para conseguir un modelo socioeconómico sostenible que nos dé un
futuro a las poblaciones del Pirineo.
Debemos mirar al futuro de cara. Queremos vivir aquí y tener una vida digna. No podemos permitir
que por una fiesta de 30 días nos condenen a 30 años de miseria. Ahora es el momento de construir
un movimiento social en el Pirineo que abra el camino para el cambio.
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